150 muertos en conflicto por tierras en Nigeria

Grupos armados matan a 150 personas en Nigeria

En el Estado de Plateau, en el centro de Nigeria, grupos de hombres armados llevaron a cabo una serie de ataques entre el sábado y el lunes, matando a unas 150 personas, muchas de las cuales eran mujeres y niños, e hiriendo a unas 300. Esta ola de violencia se desencadenó en pequeños pueblos y ha generado conmoción en la región.

Ola de violencia en el Estado de Plateau

Los ataques se llevaron a cabo en pequeños pueblos del Estado de Plateau, donde se han producido conflictos comunitarios debido al uso de la tierra por parte de pastores y agricultores. La sequía ha agudizado estas tensiones, generando un escenario propicio para la violencia.

El gobernador del Estado de Plateau, Caleb Mutfwang, condenó los asesinatos calificándolos de “bárbaros, brutales e innecesarios”. Aseguró que las autoridades están trabajando para detener a los responsables y poner fin a esta ola de violencia.

Detalles de los ataques

Los ataques comenzaron el sábado por la noche en el área local de Bokkos, donde un portavoz del Ejército informó inicialmente de 16 personas muertas. Sin embargo, el alcalde de la localidad, Monday Kassah, posteriormente reportó que se habían recuperado 113 cadáveres. Según Kassah, los ataques fueron llevados a cabo por “bandidos” en más de 20 comunidades diferentes, resultando en la quema de decenas de casas.

Horas más tarde, los ataques se extendieron al municipio vecino de Barkin Ladi, donde unas 50 personas fueron asesinadas, según el diputado regional Dickson Chollom. La sección nigeriana de Amnistía Internacional (AI) elevó la cifra de cadáveres recuperados a 140, pero aseguró que los equipos de búsqueda habían encontrado más cuerpos pertenecientes a las personas que intentaron huir de la violencia.

Respuestas a los ataques

El presidente Bola Tinubu prometió promulgar medidas de seguridad en respuesta a estos ataques, sin embargo, Amnistía Internacional criticó la falta de acción efectiva por parte de las autoridades nigerianas. Instó al presidente a tomar medidas más contundentes para llevar a los responsables ante la justicia.

Por su parte, el gobernador Caleb Mutfwang acusó al Gobierno federal de “falta de voluntad política” para desalojar a los grupos armados que ocupan territorio en Plateau. Mutfwang señaló que estos grupos han estado ocupando escuelas y otros edificios públicos durante cinco años, generando una creciente tensión en la región.

Raíces del conflicto

El Estado de Plateau, al igual que otras regiones de Nigeria, ha sido escenario de tensiones y enfrentamientos entre pastores nómadas de la etnia fulani, de religión musulmana, y agricultores sedentarios, en su mayoría cristianos. Estos conflictos se han visto agudizados por la presión demográfica y la falta de lluvias, así como la presencia de grupos armados conocidos como “bandidos” que se dedican al robo, saqueo y secuestro de civiles.

Desafíos para el nuevo presidente

La inseguridad en Nigeria representa uno de los mayores desafíos para el nuevo presidente, Bola Tinubu, quien asumió el cargo el pasado verano. A pesar de sus promesas de combatir esta situación, los ataques e incidentes violentos continúan ocurriendo con frecuencia, lo que pone en entredicho la capacidad del Gobierno para enfrentar a estas bandas armadas.

El pasado 3 de diciembre, un dron del Ejército nigeriano mató por accidente a 85 civiles que participaban en una celebración religiosa en el Estado de Kaduna, lo que generó críticas hacia las fuerzas armadas y su actuación en operaciones contra grupos delictivos.

Conclusiones

La violencia desatada por grupos armados en el Estado de Plateau ha dejado un saldo devastador, con cientos de personas muertas y heridas. Las tensiones entre comunidades de pastores y agricultores, agudizadas por la presión demográfica y la falta de recursos, han creado un escenario propicio para la violencia, que se ve exacerbada por la presencia de grupos armados dedicados al robo y el secuestro.

El presidente Bola Tinubu enfrenta el desafío de contener esta ola de violencia y llevar a los responsables ante la justicia, mientras la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos continúan presionando para que se tomen medidas efectivas para proteger a la población.